BIOGRAFÍA DE IVÁN ESPINEL
En la familia Espinel, oriunda de Chone, Manabí, hay abogados y comunicadores sociales en su mayoría. A Iván Espinel Molina, quien ahora es candidato a presidente de la República, el más joven de la historia (33 años), la idea de convertirse en médico le llegó de una forma violenta en 2005. “Estaba en Guayaquil, en la calle -dice Espinel- y vi que asaltaban a una persona. Perseguí a los criminales y uno de ellos se dio la vuelta y me apuntó con el arma. Gatilló dos veces. Para mi suerte no se disparó el arma. Era una señal, algo me decía que debía enfrentar cosas mejores. Por eso escogí la medicina”. Rodolfo Espinel, padre del joven candidato del movimiento Fuerza Compromiso Social, dice que si bien nunca presionó a su hijo para que fuera médico, tenía la secreta esperanza de que así fuera.
Carolina Molina y Rodolfo Espinel tienen tres hijos: Tatiana (43), Renato (39) e Iván (33). Don Rodolfo explica que su segundo hijo nació con un problema en la columna que le impidió caminar. El médico que trató a Renato en el hospital de la Universidad de Columbia, en Nueva York, le decía que lo mejor para la familia sería que su siguiente hijo fuera médico para que cuidara a Renato. “Nunca se lo dije a Iván, pero la vida se encarga de darnos esas alegrías”, agrega. La madre de Iván en cambio quería que fuera militar. Pero el ahora médico nunca tuvo ese futuro en la mira. Ni ese ni el de ser abogado como su padre, quien es notario séptimo de Portoviejo. Tampoco comunicador como sus tíos. Por una parte, los tíos de Iván tienen tres radios en Chone: Libertad, Coqueta y Unión. Por otra, su tía Daisy Espinel Álvarez tiene en Los Ríos la radio Ondas Quevedeñas. Ella, en este Régimen, fue embajadora de Ecuador en Costa Rica y es madre de los hombres fuertes del Gobierno, Fernando y Vinicio Alvarado, primos del ahora candidato de Fuerza Compromiso Social. “Es un outsider del correísmo para articular un discurso de confusión y atraer los votos de los médicos. Sus propuestas son populistas”, dice Alberto Narváez, expresidente de la Federación Médica del Ecuador hasta el 2014, y que asegura que jamás tuvo un acercamiento cuando Espinel fue presidente de la Asociación de Médicos Rurales del Ecuador (Anamer) en 2009. “Estas situaciones -contrapone Espinel- son algo que quiere inventar la clase política tradicional para tergiversar el mensaje de un joven que ha tenido los testículos bien puestos para manifestar que somos rebeldes ante la política tradicional. Me llevo bien con Fernando y Vinicio, respetamos nuestros criterios políticos, ya que ellos están en el ala oficialista y nosotros estamos en un movimiento independiente”. “¿Quién financia la campaña del señor Espinel? ¿Cómo logró que su movimiento fuera reconocido? Estas cosas demuestran esa política de confusión”, agrega Narváez. “Si fuese apoyado por el oficialismo -replica Espinel- no nos hubiésemos tardado cinco años en hacer el movimiento, porque hubiésemos tenido todo el aparataje estatal, tendríamos mucho apoyo financiero. Para conseguir las firmas nos tardamos año y medio. En esto estamos solos”.